Santa Marta

HISTORIA

Fundada para el 29 de julio de 1525 por el español Rodrigo Galvan de Bastidas, pero descubierta para el año de 1502 por él mismo, el mismo que pone nombre al Río Grande del Magdalena, y al Golfo Dulce del Darién. 

Santa Marta fue el puente entre España, Santodomingo y el Nuevo Continente, del cual partieron los europeos para colonizar el resto del país, una de ellas la de Gonzalo Jiménez de Quesada que culmina en 1538 con el descubrimiento de la Sabana de Bogotá y la fundación de Santafé.

Después de un gran comienzo para la ciudad, empieza una época marcada por su decadencia, la llegada de pirata a la ciudad provoca que los comerciantes se fuera para Cartagena. Santa Marta fue atacada por piratas franceses, ingleses y holandeses, la ciudad quedó casi despoblada y la ciudad llegó a ser quemada mas de 20 veces.

Santa Marta, al superar la crisis de los piratas quien también alcanzaron a saquear el acta de fundación de la ciudad en la actual Casa de Aduana, recibe con sus brazos al hombre que nos libera de las fuerzas enemigas, El Libertador Simón Bolívar, quien fallece en esta ciudad el 17 de diciembre de 1830 a la 1 de la tarde, en la hacienda del español Don Joaquin de Mier, hoy llamada La Quinta de San Pedro Alejandrino.

EL BANANO Y EL FÚTBOL

Para finales del siglo pasado, llega a Santa Marta, la practica de un deporte traído por las navieras inglesas, donde los marinos practicaban el llamado fútbol, en la playa, donde despierta la curiosidad de muchos e impulsa la creación del primer equipo de fútbol del país, es decir, los samarios fueron los primeros futbolistas de Colombia.

El banano y el ferrocarril para Santa Marta, fueron de gran ayuda en el crecimiento de una villa que supo levantarse a los frecuentes ataques de piratas, pero, el negocio del banano se vino abajo con la Segunda Guerra Mundial, y desde entonces comienza una etapa de crisis en el desarrollo comercial.

Santa Marta colonial, la ciudad bella y tranquila, la de calles arenosas y noches alegres de familias en las puertas de sus casas, la que se dormía a las 9 de la noche, la de los niños que retozaban, jugaban y cantaban las rondas tradicionales llegadas de España, ya no existe sino en fotografía y en la memoria de quienes tuvimos la suerte y satisfacción de vivirla. Todavía resuenan en nuestras mentes "la pájara pinta" o "mambrú se fue a la guerra" y evocamos los juegos y tantas cosas que murieron ya hace varias décadas.

http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/historia/stm/stm1.htm